jueves, 5 de junio de 2025

¡Tebeos que leemos! ¡Bajo los árboles, donde nadie te ve de Patrick Horvath!

Toda comunidad tiene su alma descarriada. Todo pueblo tiene su oveja negra. Todo vecindario tiene su habitante "tocanarices". Pero en muchas ocasiones ese vecino indeseable deja en paz a aquellos que residen cerca de él y se dedica a expandir su perversidad allende las fronteras de su lugar de residencia. Este es el caso de Samantha Strong, la osa parda vecina del amable y sosegado pueblo de Woodbrook, toda una psycho-killer en potencia, que se dedica a asesinar con todo lujo de detalles, y tan solo para obtener placer, a otros animales que viven en localidades muy alejadas de su idílico pueblecito, para que este siga su curso de armonía y concordia. Y es que, por si no os habíais percatado, este esplendido Bajo los árboles, donde nadie te ve está protagonizado por animales antropomórficos, lo que hace que esta suerte de Henry, retrato de un asesino perpetrado por una Enid Blyton empapada en ácido sea aún más impactante e interesante.
Volviendo a nuestra protagonista Samantha, todo su cuento de hadas atroz y homicida se desmorona cuando hace acto de presencia en escena otro asesino en serie que si se atreve a atacar y eliminar en el propio pueblo, mandando al traste todo halo de estabilidad en Woodbrook, eso por lo que había trabajado tan duro nuestra osa parda psicópata favorita (tras leer este magnífico volumen)
Opera prima tebeística del también director de cine Patrick Horvath (dirigió uno de los segmentos del más que recomendable film de terror Southbound), este Bajo los árboles, donde nadie te ve une el costumbrismo de obras como El viento en los sauces (libro al que se refieren como influencia) o La colina de Watership, con las fábulas infantiles protagonizadas por animales (por el look y los protagonistas), con la barbarie de American Psycho o El silencio de los corderos, haciendo que todo este mejunje, aparentemente tan incompatibles como el agua y el aceite, casen a la perfección consiguiendo Horvath un cómic entretenidísimo, con unos audaces giros de guion, trepidante ritmo, un dibujo maravilloso y una narrativa para quitarse el sombrero.
¡Altamente (y psycho-killer"mente") recomendado!

Pako Navarro