martes, 10 de junio de 2025

¡Tebeos que leemos! ¡Hereje de Robbie Morrison y Charlie Adlard!

Una de las mayores desgracias de la humanidad vino, bajo el amparo de esa frase tan manida como es aquella de "en el nombre de dios", en forma de purga religiosa llamada INQUISICIÓN. Con la excusa de quitar de en medio a coléricas brujas, diabólicos amantes de Satán, ingratos apóstatas y demás gentes mal vivir (según la iglesia católica), el tribunal de la santa inquisición hizo estragos en gran parte de Europa y en las colonias españolas en América. Sin duda alguna, una de las creaciones más viles y funestas de la humanidad...
Con la ciudad belga de Amberes como telón de fondo, situados en el año 1529, y con dos de las personalidades más poco respetadas por los inquisidores como son el doctor y ocultista (entre otras muchas cosas) Cornelius Agrippa y su por aquel entonces discípulo Johann Weyer, el médico y demonólogo que fue el primero en definir a las supuestas brujas de la inquisición como enfermas mentales, como principales protagonistas, el guionista Robbie Morrison y el ilustrador Charlie Adlard tejen en Hereje una entramada historia de asesinatos, devoción, corrupción y fe. Tras ser hallados una serie de cadáveres asesinados de manera sádica, Cornelius Grippa es convocado por el inquisidor jefe Bernard Eymerich, con quién tuvo algún que otro rifirrafe años atrás, para que le ayude a encontrar al pérfido criminal, pero a su vez es una "invitación" a estar en el punto de mira del organismo homicida al servicio del orden y la moral cristiana.
Esta mezcla de cómic histórico con tintes policiacos, sobrenaturales y terroríficos da buena cuenta de que a quién debemos temer de verdad es al mezquino ser humano y no a los monstruos, ni a las supersticiones ni a la ciencia. El argumento desarrollado por Morrison, a medio camino entre capítulo de serie policiaca y tebeo de tintes costumbristas, podría decirse que es algo así como una versión de True Detective situada en la edad media, con su truculencia tan necesaria y la vez siendo ciertamente una lección de historia; ¿Y qué decir del arte del amigo Adlard? Conocido por todos por su enorme trabajo en The Walking Dead, pone aquí toda la carne en el asador para mostrarnos con todo lujo de detalles la locura, la inmundicia y la decadencia de aquella Europa del siglo XVI, con todo un abanico de momentos terroríficos donde su arte brilla sobremanera.
Una lectura recomendadísima tanto por su dibujo como por la excelente narración que nos plantea, en la que nos da a entender que no hay mayor miedo que el que infunde el dogma, las creencias erróneas y el sectarismo. Y después de proponer algo así, ¿quién no se ha sentido un Hereje en algún momento de su vida?

Pako Navarro