miércoles, 30 de octubre de 2024

30 días con el rey del terror, una novela kilómetro 0 por mucho que se desarrolle en el noreste de EEUU

Diez aspirantes a convertirse en el nuevo David Crown, el "rey del terror" (obvio trasunto de Stephen King), participan en un reality literario organizado por su editorial con seguimiento por redes sociales.
Encerrados en una tétrica casa de un bosque de Nueva Inglaterra, Crown tutelará a los diez concursantes a lo largo de un mes para que escriban sendos relatos que aparecerán en una antología acompañando a un nuevo cuento suyo. En la casa se van sucediendo desapariciones y hechos misteriosos: ¿añagazas de los organizadores o sucesos sobrenaturales? En cualquier caso, una potente publicidad para la antología...
Con su habitual estilo pulcro, eficiente, sencillo (que no simple; todo lo contrario: la claridad expositiva y la fluidez narrativa son virtudes ingratas porque cuando se dan en un texto suelen pasar paradójicamente desapercibidas, junto con el esfuerzo y el oficio que requieren), Enric Pujadas nos ofrece una novela de terror/intriga/fantasía con mucha miga, un peculiar "diez negritos" que mezcla el homenaje a la obra de King con interesantes reflexiones sobre el hecho de escribir. No por nada el propio autor confiesa haber tenido entre sus inspiraciones el estupendo "Mientras escribo", autobiografía de King centrada en sus experiencias como escritor. La novela es coral, tiene un gran número de personajes de relevancia más que equilibrada. La forma que elige Enric para presentarlos y definir sus características es hábil y efectiva, un subterfugio de la trama bien empleado que nos permite tener claro quién es quién en pocas páginas. Los capítulos son cortos, contados desde la perspectiva de los distintos protagonistas. El escenario consigue no parecer artificioso al iniciarse el relato desde el punto de vista de un personaje proveniente de Mallorca, otro trasunto, esta vez del autor (más o menos). A ello contribuyen unas bien ubicadas pinceladas de historia local, diálogos bien construidos y unas mínimas descripciones adecuadas al ritmo y la esencia de la narración, que no deja de ser un misterio en un entorno cerrado. La historia es intrigante, un pasapáginas absorbente, y aunque la resolución en clave fantástica sea quizás lo que más flojee, tiene el mérito de construir un mito/monstruo propio. ¡Larga vida al rey del terror!

Alberto Moreno