Casi peor (y digo casi) que tener una determinada enfermedad es que te hagan un mal diagnóstico de la misma. Toda la medicación, la rehabilitación, los esfuerzos de quien la sufre y de quien le rodea están mal encaminados y pueden causar un perjuicio muy grave a quien padece la enfermedad.
Si esto ya es malo cuando hablamos de enfermedades "físicas", es aún peor en las denominadas mentales, que son más complicadas de entender y, por tanto, de diagnosticar.
Montse Batalla pone de relieve su desagradable experiencia con varios diagnósticos errados en Manicomio Una historia real. La guionista fue ingresada en un sanatorio mental y se topó con la inutilidad, incapacidad y poca empatía de quien la trató, hasta que, finalmente y SPOILER un psiquiatra la puso sobre el camino correcto y pudo recuperarse.
El dibujo de Xevidom es expresivo y brilla más en los episodios surrealistas, oníricos y agotadores en los que la protagonista (avatar de Batalla en el cómic) se ve bombardeada por los síntomas de su enfermedad.
Un tebeo para hacer reflexionar y entender algo mejor a los que padecemos determinados trastornos mentales o crisis puntuales de ansiedad y otros cuadros médicos. En este sentido, el artículo final de la guionista, donde detalla toda su historia, ayuda a poner la guinda a la historieta.
Evidentemente, recomendado.
Jaume Albertí