¿Podrás dominar el juego de reyes, reinas y guerreros, y liderar tus ejércitos a la victoria en este magnífico juego de táctica y estrategia?
Warchest es un juego de Trevor Benjamin y David Thompson para 2 o 4 jugadores y una duración estimada de unos 30 minutos.
Lo primero que llama la atención de Warchest es su cuidada producción. Una caja bonita con cierres magnéticos, unas fichas al estilo de las de poker con buen peso y muy bien diseñadas y unas bolsas bordadas espectaculares.
Warchest es un juego abstracto donde las fichas representan unidades que tendrán habilidades diferentes (estas habilidades vienen en unas cartas). El objetivo del juego será controlar 6 casillas que vienen señaladas en el tablero.
Al principio de la partida, los jugadores disponen el tablero entre los dos, toman cuatro cartas de unidad (hay diferentes formas de elegir las unidades), las fichas correspondientes, unas fichas que representan la facción (que muestran un cuervo o un lobo), una ficha que determina quien tiene la iniciativa y unas fichas para marcar el control de ciertas casillas. Cada jugador mete en su bolsa 2 fichas de cada unidad (el resto se deja sobre las cartas) y una ficha especial de su facción. Por último coloca 2 fichas de control sobre el tablero.
 |
| Ejemplo de partida en curso |
Al principio de cada turno, cada jugador mezcla el interior de la bolsa y extrae 3 fichas de ella (sin que el jugador contrario vea cuáles son). Con estas fichas, de forma alterna entre los jugadores y dependiendo de si se descartan bocarriba o bocabajo, podrán realizarse las siguientes acciones: desplegar (colocar unidades sobre el tablero), reforzar (poner fichas sobre otras del mismo tipo para que sean más resistentes), mover, atacar, especial (realizar la acción especial de la unidad si la tiene), controlar (si estamos en una de las casillas del tablero que pueden controlarse), reclamar iniciativa, reclutar (añadir fichas de las cartas al descarte) o pasar.
Es importante aclarar algunas cosas, las fichas jugadas no vuelven a la bolsa (igual que las reclutadas) hasta que se acaban todas las fichas de la bolsa (momento en el cual volvemos a meter todas nuestras fichas del descarte en la bolsa), así que debemos ir con cuidado con las fichas que reclutamos o perdemos (cada vez que nos atacan, perdemos una ficha que no podemos recuperar de ninguna forma), para tener cierto control de lo que queremos hacer. Así el juego se vuelve muy táctico y aunque el azar a veces pueda mandar al extraer las fichas de la bolsa, sí que tenemos cierto control en lo que va entrando en ella.
Por último cabe destacar que tiene reglas para 4 jugadores (2 contra 2) y recreaciones de batallas históricas (donde nos dicen que unidades debemos usar).
En resumen, estamos ante un juego abstracto, de una producción excelente, que se explica muy rápido pero que tiene bastante profundidad . La asimetría y las diferentes combinaciones de unidades lo hace tremendamente rejugable. Muy recomendado.
Joan Prats
