Conan, la creación bárbara de Robert Ervin Howard, ha pasado al dominio público, posibilitando la confección de multitud de creaciones basadas en nuestro cimerio favorito sin tener que pagar derechos de ningún tipo. Sombras eternas en Khal-Turath de David Palmer es una de ellas.
Palmer hace de médium, invocando al espíritu de Howard para que le acompañe mientras pulsa las teclas de esta aventura que lleva a Conan a la Costa Negra un tiempo antes de conocer allí a Bêlit. Se le suman Yelira y Ngowa, una pirata ambiciosa y un kushita salvaje, respectivamente.
Sombras participa de muchas de las constantes de los relatos del autor tejano: la búsqueda de un tesoro maldito, ruinas, tabernas, puertos oscuros, gente malcarada y amenazas primigenias sacadas en espíritu de los relatos de otro Howard, en este caso Phillips Lovecraft, coetáneo de Robert.
Palmer nos contó en la reciente presentación de Sombras en la librería que concibió el libro como una oferta literaria pulp, que la acabó en un mes y que era una novela de lectura rápida y que iba al grano.
¡Recomendada para todos los fans del personaje o para los que deseen una introducción rápida al mismo!
Jaume Albertí