La llegada de Keith Giffen y J. M. DeMatteis a la Liga de la Justicia supuso el soplo de aire fresco que le hacía falta, y mucho, al rancio panorama del cómic americano de finales de los 80 del siglo pasado, ya que los superhéroes se encontraban en un estado de letargo bastante lamentable en aquella ya lejana época.
Junto al buen hacer de Kevin Maguire a los lápices y Terry Austin entintando (el primer número), y un elenco de superhéroes la mar de "salao", con un Batman de jefe irritable, unos Booster Gold y Blue Beetle de perfecto dúo cómico, un Guy Gardner de irritante Green Lantern o un Mr. Milagro inocentón entre otros, esta LJI es uno de esos cómics de superhéroes que no envejecen nunca, que marcaron un antes y un después en la historia de la editorial DC y que, sobre todo, influyó de manera brutal en muchísimos tebeos de supergrupos publicados años después.
Una auténtica gozada repleta de humor, personajes entrañables, situaciones alucinantes y golpes en la cabeza tremendos... ¡y si no que se lo pregunten a Guy Gardner!
Pako