Un anciano viticultor ha pasado a mejor vida. El difunto
propietario ha dejado escrito que su deseo es que el terreno recupere su
esplendor. Para evitar dividirla, ha tomado una decisión: la viña será
para quien mayor rendimiento obtenga de ella. La temporada de vendimia
acaba de empezar y hay varias bodegas que han puesto precio a la uva que
requieren.
En La Viña, dispondremos un tablero central con un número de
espacios que depende del número de jugadores, a los lados del cuál se
colocan 4 cartas de uva (dos a cada lado, una tapando la otra a
excepción de su nombre). También elegiremos al azar unas cartas de
bodega, y dispondremos las herramientas, las cestas mejoradas y la carta
de cooperativa. Cada jugador empieza con 2 cestos básicos (limitan la
cantidad de cartas de uva que podemos tener).
Ejemplo de partida a 2 jugadores |
Por turnos y jugando siempre el jugador cuya figura está mas retrasada
en el tablero, el jugador puede mover a su figura (siempre tiene que
avanzar) al espacio que desee y tomar una carta de uva del espacio
inicial o final (sólo se puede coger la carta superior, las cartas de
uva pueden ser de 4 variedades diferentes y tienen un valor numérico) y
colocarla en uno de los cestos. Los jugadores se irán alternando
realizando esta acción con el objetivo de cumplir con el pedido de una
de las bodegas (puede ser una uva de un tipo, o mezcladas pero con
predominancia de un tipo). Las herramientas nos ayudarán en nuestro
cometido (permiten coger 2 cartas de un montón, la inferior o cartas del
espacio anterior). Cuando abandonamos el tablero, podemos cumplir hasta
dos pedidos (uno por cesto) y mejorar cestos a cambio de puntos de
victoria (estos cestos son limitados).
Los pedidos nos darán puntos de prestigio (que dependen de la
dificultad del pedido y que será la forma de ganar la partida). Los
pedidos tendrán unos valores mínimos que se deben cumplir con la suma de
los valores de las cartas. Habrá una carta de cooperativa sin valor
mínimo donde podemos entregar lo que queramos.
De esta forma, deberemos planificar bien nuestro turno y elegir entre
avanzar mucho para elegir una buena carta o avanzar poco y jugar más
turnos. La elección de las herramientas también será muy útil ya que son
muy limitadas. Las acciones de los demás jugadores también influirán
mucho, ya que las entregas a las bodegas también están limitadas.
En resumen La Viña es un juego con una temática vinícola bastante bien
integrada, que nos hará tomar decisiones y planificar cautelosamente
para hacernos con la victoria. Un juego muy interesante en caja pequeña y
con mucha rejugabilidad ya que la elección de las bodegas es aleatoria.
Recomendable.
Joan Prats