Vale.
El único podcast/showcast que escucho es Los Guardianes de Gotham. Evidente tratándose del programa internetofónico oficial de mi librería. De modo que no os sorprenderá saber que no soy mucho de youtubers y otros fenómenos que me han pillado algo mayor (aunque, quién sabe, todo puede cambiar en esta vida y a lo mejor me aficiono dentro de dos semanas a escuchar a Tom Vasel en The Dice Tower y luego no paro hasta mis últimos días).
Pese a ello, conocía a Isaac Sánchez, por su nombre artístico de Loulogio, porque mi mujer sí escucha podcasts a cascoporro. Y el tío es francamente divertido.
Confieso igualmente que no he leído sus dos anteriores obras, El regreso del hombre pez y la exitosa Taxus (ambas disponibles en nuestra librería), pero este El don lo he disfrutado enormemente. Sánchez no es una "celebridad" que aprovecha su "estatus" de youtuber para sacar partido comercial en otras arenas firmando trabajos que, en realidad, están realizados por otros (los auténticos) autores. Sánchez es un historietista como la copa de un pino. Dialoga bien, estructura bien, narra de forma interesante, su estilo de dibujo es atractivo y tremendamente eficaz para lo que cuenta y El don te atrapa desde la primera a la última página.
Varias autoras colaboran con él en varios capítulos intercalados en la trama general. En ellos se ofrecen posibles orígenes al don que da título al álbum, desde el punto de vista científico, el religioso y el, er, reptiliano, muy en la línea de programas como Cuarto Milenio, que tampoco he tenido, ni tendré nunca, el "placer" de ver.
Mezcla de género de superhéroes post Watchmen con las peripecias cotidianas de los que son "bendecidos" con lo que yo denomino como el putaDÓN, es una obra trabajada, entre la realidad metahumana y el "Qué pasaría si esto sucediera en la realidad", que siempre va hacia delante, te atrapa en su propio mundo y no te suelta hasta que ha exprimido todas sus posibilidades y ha contado todo lo que quería contar, en un argumento a menudo poco previsible porque el autor sabe darle la vuelta a los tópicos del género cuando este mismo se intenta revolver contra sí mismo.
No os he explicado de qué va El don, ¿verdad? Mejor así. Abrid este tomo de casi 200 páginas, de las que no sobra ni una, y descubrid por vosotros mismos qué es lo que encierra que me ha gustado tanto.
Jaume Albertí