Tom King, el nuevo
“enfant terrible” del cómic americano -responsable
de pepinazos del calibre del nuevo Míster
Milagro, La visión o el Batman de la etapa Renacimiento- firma uno
de los mejores cómics últimamente
perpetrados de La cosa del pantano en este “Santos con pies de
barro”. Historia triste y desoladora, respetuosa y deudora al
máximo de la exquisita etapa de Alan Moore al frente del personaje
-y sin duda alguna para un servidor el mejor trabajo firmado por
nuestro guionista, mago y majareta inglés preferido- vuelve al
terreno del monstruo interior que atormenta día tras día al
malogrado Alec Holland, esta vez exteriorizado en la forma
menos esperada.
Un
relato de algo más de 40 páginas, más que eficientemente dibujadas
por Jason Fabok -conocido por estos lares por ilustrar la
reciente Guerra de Darkseid acontecida en la serie de La liga de la
justicia-, nos topamos con
una Cosa del pantano en sus horas más aciagas intentado
sobrevivir ante un enemigo frio y monstruoso que le hará consumir
toda su fuerza y poder hasta el borde de la extenuación… y hasta
aquí puedo contar.
Completan
el tomo recientemente editado por la editorial ECC la última
historia guionizada por el recientemente fallecido Len Wein, el padre
literario de la criatura, ilustrada por Kelly Jones; y una afligida
historia de amor entre Alec y una botánica elegantemente
ilustrada por el carismático Frazer Irving -al que ya deberíais
conocer por su trabajazo en series como
Inhumanos, Batman y Robin o Rayo negro-.
Una lectura recomendadísima para analizar tras degustar un buen
gumbo…
Pako