Los reinicios de los universos de ficción superheroicos son algo que no suele ser bien recibido por los aficionados, imagino que por dos razones: muchas veces intentan ignorar todo lo sucedido anteriormente en un género en el que la continuidad y el contenido de culebrón siempre han sido moneda de cambio y parte integral del mismo; y normalmente no mejoran precisamente lo visto hasta el momento.
Hay excepciones, por supuesto, y, en mi opinión, este relanzamiento de la franquicia mutante de la mano del guionista y coordinador Jonathan Hickman es una de ellas.
Con la connivencia de las altas instancias editoriales de Marvel Hickman ha planteado un nuevo statu quo para toda la población X del planeta, trasladando a todos los mutantes habidos y por haber a la isla nación de Krakoa, y dejando el terreno allanado para su explotación en los años venideros por él mismo y varios equipos creativos que desarrollarán todo el potencial de las ideas que ha lanzado en estas dos mini series inteconectadas: Dinastía de X y Potencias de X.
El orden de lectura de las mismas es el siguiente: primero hay que leer DdX 1, después PdX 1 y pasar a los números dos de ambas e ir alternando hasta llegar a los números 6 en donde se finiquita este primer arco argumental que, como hemos dicho, pone las bases del futuro pero que se puede leer de forma independiente ya que funciona como historia autoconclusiva y da para bastantes relecturas (otra cosa es que te pique la curiosidad y quieras seguir leyendo las colecciones que se derivan de esta fuente de conceptos: Patrulla-X, Excalibur, Ángeles Caídos, Nuevos Mutantes, etc).
Dinastía de X se centra en nuestro presente (aunque con algún que otro giro argumental) y Potencias de X va saltando entre distintas líneas temporales (algo habitual en los cómics de la Patrulla-X desde la seminal saga Días del futuro pasado) configurando una historia mutante que va desde el Giant Size X-Men 1 hasta miles de años en el futuro. Estos futuros se entremezclan con el pasado y el presente y con textos de prosa en los que Hickman profundiza en lo que pasa en las páginas de cómic, ampliando información y detalles.
A nivel de tono nos encontramos con unos hombres y mujeres-X seguros de sí mismos a rabiar, pragmáticos, supremacistas y arrogantes, tanto que te gustaría entrar en el tebeo para repartir estopa y ponerlos en su sitio (los X-Men han compensado pertenecer a una minoría perseguida con ser poseedores de una chulería espectacular desde los tiempos de Chris Claremont al frente de sus títulos, basta ver sus interacciones con los Vengadores o los 4F en la época). Para mí funcionan mejor cuando son perseguidos por ser una minoría y se sacrifican por los suyos, y algo de eso también hay en estos cómics, en unas cuantas escenas de acción espectaculares en las que nuestros mutantes favoritos se enfrentan a la parca por el bien del futuro común mutante.
Hay política (la nación de Krakoa exporta fármacos a los países que la reconocen como tal; algunos quieren infiltrarla o directamente borrarla del mapa...), hay acción y por supuesto entre tanto mutante de distinta inclinación existencial y temperamento (cuando no hablamos directamente de mutantes malos, malísimos) habrá mucha lucha intestina pese a que de cara al exterior Krakoa sea un paraíso para el homo superior.
Es de agradecer que las labores de dibujo recaigan en solo dos equipos creativos (con Pepe Larraz en DdX y R.B. Silva en PdX como puntas de lanza) lo que da unidad gráfica al resultado final a dos series que, en el fondo, son una sola.
Os la recomiendo tanto si estáis cansados de mutantes como si no, e incluso si queréis probar un tebeo de superhéroes algo diferente de lo habitual. Si luego tenéis ganas de ver cómo el universo mutante va evolucionando según el plan trazado por Hickman tenéis toda una panoplia de series mutantes entre las que elegir.
¡Las podéis encontrar todas en Gotham!
Jaume
El orden de lectura de las mismas es el siguiente: primero hay que leer DdX 1, después PdX 1 y pasar a los números dos de ambas e ir alternando hasta llegar a los números 6 en donde se finiquita este primer arco argumental que, como hemos dicho, pone las bases del futuro pero que se puede leer de forma independiente ya que funciona como historia autoconclusiva y da para bastantes relecturas (otra cosa es que te pique la curiosidad y quieras seguir leyendo las colecciones que se derivan de esta fuente de conceptos: Patrulla-X, Excalibur, Ángeles Caídos, Nuevos Mutantes, etc).
Dinastía de X se centra en nuestro presente (aunque con algún que otro giro argumental) y Potencias de X va saltando entre distintas líneas temporales (algo habitual en los cómics de la Patrulla-X desde la seminal saga Días del futuro pasado) configurando una historia mutante que va desde el Giant Size X-Men 1 hasta miles de años en el futuro. Estos futuros se entremezclan con el pasado y el presente y con textos de prosa en los que Hickman profundiza en lo que pasa en las páginas de cómic, ampliando información y detalles.
A nivel de tono nos encontramos con unos hombres y mujeres-X seguros de sí mismos a rabiar, pragmáticos, supremacistas y arrogantes, tanto que te gustaría entrar en el tebeo para repartir estopa y ponerlos en su sitio (los X-Men han compensado pertenecer a una minoría perseguida con ser poseedores de una chulería espectacular desde los tiempos de Chris Claremont al frente de sus títulos, basta ver sus interacciones con los Vengadores o los 4F en la época). Para mí funcionan mejor cuando son perseguidos por ser una minoría y se sacrifican por los suyos, y algo de eso también hay en estos cómics, en unas cuantas escenas de acción espectaculares en las que nuestros mutantes favoritos se enfrentan a la parca por el bien del futuro común mutante.
Hay política (la nación de Krakoa exporta fármacos a los países que la reconocen como tal; algunos quieren infiltrarla o directamente borrarla del mapa...), hay acción y por supuesto entre tanto mutante de distinta inclinación existencial y temperamento (cuando no hablamos directamente de mutantes malos, malísimos) habrá mucha lucha intestina pese a que de cara al exterior Krakoa sea un paraíso para el homo superior.
Es de agradecer que las labores de dibujo recaigan en solo dos equipos creativos (con Pepe Larraz en DdX y R.B. Silva en PdX como puntas de lanza) lo que da unidad gráfica al resultado final a dos series que, en el fondo, son una sola.
Os la recomiendo tanto si estáis cansados de mutantes como si no, e incluso si queréis probar un tebeo de superhéroes algo diferente de lo habitual. Si luego tenéis ganas de ver cómo el universo mutante va evolucionando según el plan trazado por Hickman tenéis toda una panoplia de series mutantes entre las que elegir.
¡Las podéis encontrar todas en Gotham!
Jaume