¿Quién no ha soñado nunca con ser inmortal?
¿Cómo de eterna podría ser nuestra existencia si la vida fuera infinita?
¿Qué funestas consecuencias tendría para la muerte dicho suceso?
Preguntas que a día de hoy aún, no se si por fortuna o por desgracia, no pueden ser respondidas, son algunas de las que nos insinúa este excelente cómic perpetrado por el tándem formado por Ram V y Filipe Andrade.
Las muchas muertes de Laila Starr nos propone que pasaría con la mismísima Muerte si de un día para otro se planteara que la inmortalidad pudiera ser una realidad: ante el nacimiento de un niño que parece ser el descubridor del secreto de la vida eterna, la dama de la guadaña es "invitada" a dejar su puesto de trabajo y convertirse en una simple y llana humana. Este hecho hace que la que antes, con la excusa de que aquel era su "empleo", no sentía empatía alguna ni con los sentimientos de aquellos a los que se llevaba, ni con la tristeza que sobrecogía el alma de aquellos que se quedaban para recordar a sus difuntos, comience a ver a los vivos con otros ojos y ría, llore, viva y, sobre todo, sienta lo mismo que ellos y junto a ellos. La relación que tiene a través de las décadas con el supuesto inventor de la inmortalidad es lo que hará que la mismísima Muerte llegue a ser más humana que lo que muchos habitantes de este planeta lograrían ser jamás en siete vidas.
Un cómic íntimo, que no minimalista, que invita a discurrir sobre que es realmente lo más importante que debemos encarar, y como, durante nuestros años de existencia. Tierno pero feroz, melancólico y optimista, sombrío a la par que luminoso, Las muchas muertes de Leila Starr es un precioso canto de júbilo al devenir de nuestros días, que se merece disfrutar de manera pausada viendo desde nuestra ventana favorita la vida pasar.
Pako Navarro
