Bezimena cuenta la
historia de un hombre aparentemente normal, que al reencontrarse con
una chica de su pasado nota como algo perverso resurge desde su interior. Lo que
siente por esa mujer es una obsesión que altera totalmente su
realidad, al tiempo que sus fantasías se vuelven más
perturbadoras y la trama se vuelve más surrealista.
Nina Bunjevac nos introduce de una manera provocadora y, a la vez, un tanto siniestra en
la mente de un agresor sexual, tratando de descubrir qué lleva a las
personas a cometer actos tan horribles. Y todo esto nos lo cuenta con
imágenes muy elegantes, con paisajes oníricos y con un aura
misteriosa. Bunjevac posee una técnica impecable y todas sus
ilustraciones son espectaculares e hipnóticas.
Pero para poder
entender esta obra un poco mejor no paséis por alto la nota de la
autora que encontraréis al final del volumen. Al leer esas últimas
páginas conoceréis la parte más intima y personal de esta novela
gráfica que Nina Bunjevac ha querido compartir. Cuesta creer que, a
veces, de experiencias tan horribles salgan cosas tan bonitas como
esta.
Ihrlie