Pictomanía es un juego de dibujar y adivinar de Vlaada Chvátil para
entre 3 y 6 jugadores y una duración estimada de unos 25-45 minutos.
En pictomanía, cada jugador dispondrá de un tablero, un rotulador, un
borrador y unas losetas de puntuación que dependerán del número de
jugadores.
La partida se desarrolla en 5 rondas. En cada una se sacan 6 tarjetas
con 7 nombres cada una que se disponeen en un atril de forma que cada
carta queda sobre un símbolo. A cada jugador se le reparte una carta con
un número y otra con un símbolo (ambas diferentes para cada jugador).
De esta manera, y antes de ver que nombre les ha tocado, los jugadores
pueden ver todas las palabras posibles para esta ronda.
Una vez los jugadores han visto todas las palabras, cada jugador mira
que palabra le ha tocado, y de forma simultánea tiene que ir dibujando
su término e intentando adivinar los términos que están dibujando el
resto de jugadores (para ello, disponemos de unas cartas numéricas para
poner enfrente de los jugadores para determinar qué creemos que está
dibujando).
A medida que vayamos acabando de dibujar y adivinar tomaremos unas
losetas centrales (que nos darán puntos extra siempre y cuando no seamos
los que más fallos tengamos en la ronda). Además ser el primero que
adivine un término de otro jugador y que el resto de jugadores acierten
nuestro dibujo también será importante para la puntuación.
¿Qué significará este jeroglífico? |
De esta manera, el juego consigue que sea importante que el resto
acierte nuestro dibujo, que nosotros acertemos los dibujos de los demás y
que además lo hagamos lo más rápido posible. Esto hace que en este
juego sea más importante dibujar rápido que dibujar bien, y que estemos
muy atentos para saber qué están haciendo los demás.
El juego viene con 4 mazos de diferente dificultad que van desde fácil a "¿qué mente perversa ha creado esta carta?"
En resumen, Pictomania es un divertido juego de dibujar, pero en el cuál dibujar bien no es lo más importante y que garantiza risas al ver que ha dibujado cada uno (especialmente con los mazos más difíciles).
Joan Prats