Portada de Marta Nael. |
La
portada presenta a la protagonista, algo que no suele ser habitual en
las portadas intercambiables del mundo de la literatura.
La
selección de la portada fue algo muy pensado, tanto que hay dos
portadas alternativas. La ilustración final es de la artista Marta
Nael, pionera del impresionismo digital. No quería coger una imagen
aleatoria de ningún banco de imágenes para luego ver cómo se
parecía a otras imágenes o directamente se usaba el mismo diseño,
como pasa a veces.
Tus
personajes hablan de una manera… especial, ¿verdad?
¡Eso
espero! A veces me pasa que en un producto de ficción -no tiene
porque ser una novela- tanto los niños pequeños, los científicos o
la gente de la calle habla igual, de una manera un tanto neutra y me
pongo nervioso. He intentado que cada uno de los protagonistas
tuvieran una voz diferenciada. No solo con variaciones fonéticas
obvias, si no con la manera de hablar o los giros que utilizan.
No
tienes miedo a que pasen cosas en cada página, algo raro en esta
época de tochos de 500 páginas que no cuentan nada.
Quería
crear una novela de género directa y rápida, centrada en la acción
y la aventura y que incluyera algunos momentos perturbadores.
Sinceramente, creo que en según qué tipo de productos ya no vale
pararse a describir el olor y las formas de las flores del campo. O
dicho de otra manera, el lector no tiene por qué conocer -ni
probablemente le vaya a interesar- todo el árbol genealógico de
aquel personaje secundario que no va a volver a salir.
Portada alternativa de Iria Abella. |
Tiene
mérito perfilar como lo haces un mundo fantástico que no recurra a
los tópicos establecidos.
¡Muchas
gracias! Aunque me encantan los elfos, los medianos, los enanos y los
orcos no los quería en Paranimals. Tampoco quería ni vampiros
adolescentes ni hombres lobo sexys ni una ambientación que recordase
a la Edad Media ni a la Tierra Media. A veces creo que se abusa de
esta ambientación clásica. Y, dentro de mis posibilidades, he
intentado alejarme de todo eso.
Tus
influencias. ¿Gaiman? ¿Pratchett?
Es
una pregunta difícil. He leído mucho Gaiman y mucho Pratchett, por
supuesto. Pero leo, y consumo en otros formatos, un poco de todo. Me
acabo de terminar la saga de Geralt de Rivia, por ejemplo, pero
llevaba años atrapado en ella, también durante la escritura de
Paranimals. También le doy a la novela negra o distópica y desde
que tengo uso de razón leo cómics, no solo de superhéroes; me
encanta el terror de Charles Burns. También veo algo de anime y,
cuando tengo tiempo, suelo jugar a videojuegos y a juegos de mesa o
wargames. Supongo que todo eso influye.
¿Tenías
pensada toda la novela antes de empezar a escribirla o te dejas
sorprender a ti mismo durante la escritura?
La
novela en sí estaba planificada mediante una escaleta bastante
esquemática. Así que sí sabía dónde iba a acabar pero por el
camino suelen surgir nuevas ideas y sorpresas. Pero para mí es clave
tener más o menos claro donde quiero llegar.
Portada alternativa de Kiko Sebastià. |
El
escenario, la gente que deambula por él… ¿son cosas con las que
llevabas tiempo soñando o las creaste ex profeso para el libro.
Hay
un poco de todo, la verdad. La protagonista principal surge de una
broma de hace años con una amiga veterinaria. Al personaje que salió
de ahí luego lo introduje en un escenario que está lleno de mis
filias y mis fobias.
¿Por
qué deberían leer tu libro?
La
protagonista es una detective veterinaria de mal carácter. Va con
una niña preguntona que tiene un gamusino como mascota. Se les une
un tipo albino con el pelo azul que está lleno de sorpresas. Además,
se enfrentan a una crisis mundial en una Tierra peculiar que vive un
periodo de posguerra. ¿He dicho que hay zepelines de carreras y
rascacielos arbóreos?