lunes, 20 de noviembre de 2017

Recomanació Lúdica: MIGUEL STROGOFF!

 Rusia se encuentra en peligro. El coronel traidor Iván Ogareff se ha aliado con los tártaros y prepara una invasión inminente. Sin embargo, las comunicaciones han sido cortadas y el zar necesita de sus mejores mensajeros para hacer llegar el aviso de alerta a buen puerto antes de que sea demasiado tarde. Pero sólo uno de los correos resultará vencedor: el primero en cruzar Siberia y llegar hasta Irkutsk para derrotar al traidor en una batalla a vida o muerte.
  Miguel Strogoff es un juego de carreras, gestión de mano y tentar a la suerte de Alberto Corral, para entre 1 y 5 jugadores y una duración estimada de 1 hora. El juego está brillantemente ilustrado por Pedro Soto.
  Como correos del Zar, deberemos ir avanzando desde Moscú hasta Irkutsk y afrontando los peligros que nos acechan en el viaje. Empezaremos la partida con 6 puntos de energía y 5 cartas en la mano, y cada vez que avancemos en nuestro recorrido, deberemos gastar un punto de energía y añadir una carta de peligro a nuestra ruta. Si al hacerlo, tenemos algún símbolo de peligro repetido (hay 10 diferentes), tendremos que sufrir la penalización de todas las cartas de nuestra ruta (perder cartas, perder energía o voltear cartas de nuestra ruta).
Componentes del juego
  En nuestro turno, podremos pedir ayuda a los aliados (van apareciendo y cambiando durante la partida), avanzar en nuestro viaje, descansar (para reponer energía, coger cartas o voltear las cartas de nuestro viaje) o enfrentanos a los peligros de nuestra ruta (usando cartas de la mano o energía). Cuando se resuelven todos los peligros de una carta de nuestra ruta, se retira (y puede pasar a nuestro tablero otorgándonos una habilidad).
  Cuando han jugado todos los jugadores se juega una fase de traidor, en la cual Ogareff avanzará hacia Irkutsk (el final del juego se acelera cuando llega), y podrán suceder alguna de estas cosas: los jugadores cogen cartas, se lanza un dado que activa habilidades de los jugadores, la espía Sangarra se añade o se retira de la ruta del jugador más adelantado, los tártaros se mueven (si un jugador está en la casilla  donde viajan los tártaros sufrirá su castigo).
  Resumiendo, estamos ante un juego en el que deberemos controlar los peligros que vayamos adquiriendo en el viaje y la energía que dispongamos, sin perder de vista el avance del resto de jugadores y del propio Ogareff. Para ello deberemos a veces ser conservadores y a veces tentar a la suerte para intentar optimizar el número de turnos. El juego es muy dinámico e inmersivo.

  Joan Prats