Una vez al año la ciudad de Timburgo acoge entre sus murallas un mercadillo que dura 9 días. Los mejores milagreros y matasanos del país se reúnen allí para exhibir sus remedios curativos. Olor de pies, morriña, hipo y mal de amores: tienen una cura para cualquier cosa. Todos los curanderos tienen su preparado especial de elaboración propia.
Pócimas y brebajes es un juego de Wolfgang Warsch para entre 2 y 4 jugadores y una duración estimada de unos 45 minutos.
En pócimas y brebajes seremos un curandero que prepara un remedio intentando que éste no explote. Cada jugador tendrá un tablero propio y una bolsa donde ir guardando sus ingredientes. Al principio de la partida, las bolsas de todos los jugadores tienen la misma configuración: 4 pizcas blancas de valor 1, 2 pizcas blancas de valor 2 y una pizca blanca de valor 3, además de una pizca de valor uno naranja y verde. En cada turno (cada uno representa un día del mercadillo) los jugadores irán extrayendo de una en una las pizcas de la bolsa sin mirarlas y las irán colocando en su tablero que va siguiendo un orden en forma de espiral desde el centro. En función del valor de la pizca (van del 1 al 4) la pondremos a ese número de casillas de distancia de la anterior. Cada vez que extraigamos una podremos elegir entre seguir o plantarnos. En cuanto las pizcas blancas extraídas sumen un valor de 8 o más ya no podremos seguir y nuestra marmita habrá explotado. (Nota: esta extracción de pizcas se puede hacer cada uno por su lado, o que todos vayan extrayendo a la vez de una en una, a elección de los jugadores). Empezamos la partida con un vial lleno, que podemos usar para devolver a la bolsa una pizca que acabemos de sacar y que se vacía una vez usado, pero que se puede rellenar con los rubíes que podemos obtener durante la partida).
Ejemplo de tablero personal |
Una vez todos los jugadores se hayan plantado o les haya explotado la marmita, procedemos a una fase de final en turno en la que: obtendrán beneficios los jugadores que más hayan avanzado sin explotar, se observarán las bonificaciones de ciertas pizcas, se obtendrán rubíes, monedas para comprar más pizcas (que irán a la bolsa) y puntos de victoria en función de la distancia que hayamos alcanzado colocando las pizcas (de estas dos los jugadores cuyas pociones hayan explotado, solo pueden elegir una) y se podrán gastar los rubíes para obntener ciertos beneficios.
Las pizcas son de colores diferentes y cada una tiene sus reglas (cada color tiene 4 posibilidades de reglas diferentes) y además algunos colores no están disponibles al principio y van entrando durante la partida. Algunas dan efectos inmediatos y otras a final de turno. (Al final de turno, todas las pizcas de nuestro tablero vuelven a la bolsa).
Al principio de cada turno, se saca una carta de adivina, que dará una regla especial para el turno o una bonificicación inmediata, y se observará la diferencia de puntos entre el primero y el resto, y estos podrán obtener una compensación.
En resumen, Pócimas y Brebajes es un juego de tentar a la suerte muy fácil de jugar y muy divertido, que queda muy bonito en mesa con todos sus componentes, y que gracias a su variabilidad con los colores de los ingredientes dará mucha rejugabilidad. Es un juego que suele dejar con ganas de más y que dará lugar a piques y risas por la suerte (buena o mala) de los jugadores. Muy recomendable.
(Imágenes tomadas de la BGG)
Joan Prats