A los pollos les encantan los gusanos asados. Por un lado, esto se debe a que los gusanos son el plato favorito de todas las aves de corral. Por otro lado, su afición por los gusanos se debe a Pepe Pollo: su tío Sam, nativo de Chickentown, Kentucky, le dio la idea de abrir asadores de gusanos por toda la ciudad.
Piko Piko es un juego de dados de tentar la suerte de Reiner Knizia para entre 2 y 7 jugadores y una duración estimada de unos 20 minutos.
En Piko Piko tenemos unas fichas numeradas del 21 al 36 con diferentes iconos de gusanitos y 8 dados numerados de 1 a 5 y con un gusanito en vez del 6. Ordenaremos las fichas como se puede ver en la siguiente imagen.
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En nuestro turno deberemos tirar todos los dados, y tras hacerlo debemos quedarnos todos los dados con un mismo resultado (o el gusanito). Tras cada tirada, podremos plantarnos o seguir tirando. Si seguimos tirando, tras cada tirada no podemos elegir un resultado que ya hayamos guardado previamente, y si no podemos quedarnos ningún resultado, perderemos la tirada (y una ficha de las que hayamos obtenido). Si nos plantamos, sumamos el resultado de los dados que hayamos guardado (los gusanitos valen 5 cada uno) y tomamos la ficha del valor de la tirada (aunque necesitamos haber guardado algún gusanito para que la tirada sea válida).
Al ir tomando fichas, cada jugador las va colocando en una pila, con solo la última ficha adquirida visible, y si algún adversario consigue la puntuación de nuestra ficha superior, nos la arrebata. Si conseguimos una puntuación que no está visible, tomamos la primera ficha de valor inferior disponible en la fila. Cuando no obtenemos una tirada válida, perdemos la ficha superior de nuestra pila, y daremos la vuelta a la ficha de mayor valor de la fila, dejando de estar disponible para la partida.
La partida termina cuando no quedan fichas bocarriba en la fila central, y gana la partida el jugador con más gusanitos en sus fichas.
En resumen, Piko Piko es un divertido juego de tentar la suerte, que se podrá jugar tanto con pequeños como con mayores, con un arte muy desenfadado y piques y risas garantizadas.
Joan Prats
