La serie de casos Q son una serie de juegos de investigación de cartas de Francisco Gallego Arredondo, Martí Lucas Feliu, Josep Izquierdo Sánchez para entre 1 y 8 jugadores y una duración estimada de unos 40-60 minutos.
Nota: Esta reseña está hecha después de jugar La tumba del arqueólogo
Cada caso consta de un mazo de 32 cartas (pistas) que deberemos usar para esclarecer la situación que se nos presenta y contestar a una serie de preguntas relacionadas con el caso.
Al principio de la partida se revela la pista inicial, se baraja el resto de pistas y se reparten tres a cada jugador, después éstos irán jugando por turnos. En cada turno, cada jugador debe elegir entre descartar una de sus cartas de pista (porque piensa que no es relevante para el caso y de la cual no podrá hablar hasta el final de la partida) o dejarla en el centro de la mesa para que la puedan leer el resto de jugadores (porque piensa que es una pista relevante para el caso en cuestión). Se finaliza el turno, robando una nueva carta del mazo de pistas.
En nuestro turno, podremos hablar de las cartas que haya en mesa y de ciertas partes de las cartas que tengamos en mano que vienen en negrita o al lado de un símbolo, intentando entre todos ir desentrañando la historia e intentando deducir qué pistas son buenas y cuales no.
La partida acaba cuando se han jugado todas las cartas, y en ese momento los jugadores deberán entre todos imtentar deducir qué ha sucedido (ahora sí se podrá hablar de las cartas descartadas).
El juego planteará una serie de preguntas que nos darán puntos si las contestamos de forma correcta, y todas las pistas erróneas que no hayamos descartado nos penalizarán. El juego nos dará la solución del caso indicando qué cartas tenían la información pertinente.
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Cabe reseñar que aunque no se destruye nada durante la partida, una vez resuelto el caso no podremos volver a jugarlo porque ya conoceremos la historia. Su precio es muy asequible.
En resumen los casos Q son unos sencillos e interesantes juegos de investigación, en los que deberemos poner toda nuestra atención para ir deduciendo qué ha sucedido en cada misterio.
Joan Prats
