King Kong es sin duda alguna la película de monstruos más importante de la historia. Salida de la mente del director, guionista y productor Merian C. Cooper, la historia de amor entre el gorila gigante Kong y la señorita Ann Darrow ha tenido, por el momento, tres adaptaciones cinematográficas (magníficas las datadas de 1933, dirigida por el propio Cooper junto a Ernest B. Schoesdsack, y 1976, obra del director John Guillermin, así como nefasta la estrenada en 2005, perpetrada por Peter Jackson), sirviendo también como inspiración para multitud de explotations, muchas de ellas casposísimas, que han hecho las delicias de los cinéfagos más curtidos del planeta.
Las adaptaciones al papel del relato del Rey Kong también han sido múltiples, siendo la que desgranaremos en estas líneas la última aparecida en librerías. De la mano de Yermo Ediciones, guionizada/adaptada por Michel Piquemal y audazmente ilustrada por Christophe Blain (conocido por su labor en obras como Sócrates -junto a Joann Sfar-, Isaac el pirata, Quai D'orsay o Gus) esta suerte de novela gráfica fusionada con libro ilustrado nos presenta una adaptación con un lirismo épico, contada desde el punto de vista de Jacques Driscoll (originalmente su nombre es Jack, pero supongo que ha sido afrancesado ya que los autores de la adaptación son de aquellos lares), el primer oficial del Venture, el barco que lleva a nuestros protagonistas hasta la prehistórica Isla Calavera, hogar del simiesco enamoradizo.
Acompañando en todo momento a esos textos se encuentran las impresionantes ilustraciones de Blain, siendo en algunas páginas cuatro viñetas como si de un cómic se tratara, siendo en otras tantas unas tremendas ilustraciones en las que predominan, aparentemente, el carboncillo y las ceras, aportando al volumen una belleza exquisita, además de darle ese toque de libro de arte que tanto gusta a los aficionados de la ilustración.
Poder rememorar de nuevo gracias a los lapices de Christophe Blain la belleza de Ann (más próxima a la scream queen por antonomasia Fay Wray que a Jessica Lange o Naomi Watts, las otras dos actrices que la encarnaron); la violencia, el amor, la ira y el miedo a través de la mirada de Kong; la maldad, la lascivia y la avaricia en la cara de Carl Denham (el mezquino cineasta que llevará a Kong hasta New York para explotarlo como la Octava maravilla del mundo); y la aventura, el romance y el peligro en ojos de Jacques es una auténtica gozada tanto para adultos como jóvenes, y convierte a este eterno homenaje al mito de La bella y la bestia en una lectura fresca, ágil y para nada rancia.
Poder rememorar de nuevo gracias a los lapices de Christophe Blain la belleza de Ann (más próxima a la scream queen por antonomasia Fay Wray que a Jessica Lange o Naomi Watts, las otras dos actrices que la encarnaron); la violencia, el amor, la ira y el miedo a través de la mirada de Kong; la maldad, la lascivia y la avaricia en la cara de Carl Denham (el mezquino cineasta que llevará a Kong hasta New York para explotarlo como la Octava maravilla del mundo); y la aventura, el romance y el peligro en ojos de Jacques es una auténtica gozada tanto para adultos como jóvenes, y convierte a este eterno homenaje al mito de La bella y la bestia en una lectura fresca, ágil y para nada rancia.
Un must have para los que siempre quisimos que Kong jamás fuese tiroteado en la cima del Empire State Building, se quedara con Ann y vapulease al inmisericorde ser humano que tanto tormento le dio.
Pako
