Que no se diga que no recomendamos cómics, eh, "para todos los públicos". Y aquí tenemos este Star contra las fuerzas del mal, cómic que retoma a los personajes de una serie de televisión de Disney XD de la que confieso no haber visto un solo capítulo, cosa que no obsta para que el tebeo me haya parecido la mar de majo.
Lo que tenemos aquí es el primer tomo de una serie que constará de tres, y que acaba con el clásico "Continuará". Una de las amigas de la princesa mágica Star Butterfly, Cabeza Poni -que es, por si alguien lo dudaba, literalmente eso, la cabeza flotante de un poni-unicornio- se ve envuelta en un apuro que la lleva a prisión. Star y su amigo terrestre, Marco, se embarcan en una misión en busca de las pruebas que demuestren la inocencia de la acusada. Obviamente, la premisa no deja de ser una excusa para que nuestros héroes vivan toda una serie de peripecias de lo más absurdo, en la senda marcada por series como Bob Esponja u Hora de Aventuras.
El caso es que Zach Marcus, guión, y Devin Taylor, dibujo, consiguen lo que se pretende: un divertimento ligero, plagado de humor algo surrealista y personajes descacharrantes, adecuado para la chavalería pero también para adultos en plena fase pos-pos-(etc.)-irónica. Recomendado, pues, para seguidoras/es de la serie, que digo yo que los habrá, para enganchar a jóvenes lectores, o para gente sin muchos complejos en general y que gusten de este estilo de humor tan en boga en las ondas catódicas.
Rafael
Lo que tenemos aquí es el primer tomo de una serie que constará de tres, y que acaba con el clásico "Continuará". Una de las amigas de la princesa mágica Star Butterfly, Cabeza Poni -que es, por si alguien lo dudaba, literalmente eso, la cabeza flotante de un poni-unicornio- se ve envuelta en un apuro que la lleva a prisión. Star y su amigo terrestre, Marco, se embarcan en una misión en busca de las pruebas que demuestren la inocencia de la acusada. Obviamente, la premisa no deja de ser una excusa para que nuestros héroes vivan toda una serie de peripecias de lo más absurdo, en la senda marcada por series como Bob Esponja u Hora de Aventuras.
El caso es que Zach Marcus, guión, y Devin Taylor, dibujo, consiguen lo que se pretende: un divertimento ligero, plagado de humor algo surrealista y personajes descacharrantes, adecuado para la chavalería pero también para adultos en plena fase pos-pos-(etc.)-irónica. Recomendado, pues, para seguidoras/es de la serie, que digo yo que los habrá, para enganchar a jóvenes lectores, o para gente sin muchos complejos en general y que gusten de este estilo de humor tan en boga en las ondas catódicas.
Rafael