Momo es una niña de 5 años que vive con su abuela en un pueblecito costero. Le gusta dibujar y salir a descubrir cosas nuevas. Es un poco remugona pero tremendamente adorable. Convive con toda clase de personajes que le aportan algo nuevo a su día a día. Nos adentramos de lleno en la vida de nuestra protagonista y según avanza la historia vemos que las cosas no son fáciles para la pequeña Momo. Hay momentos para las risas, momentos para las lágrimas, para la ternura, la diversión y la tristeza.
Nada más ver la portada todos coincidimos en ver una clara influencia del arte de Hayao Miyazaki. Y al echar un vistazo al interior se ven todos esos elementos propios del cine del Studio Ghibli. Hay otras influencias, no tan evidentes, de otras películas que se pueden ver entre lineas. Pero los autores, Jonathan Garnier y Rony Hatin, han sabido llevarse esos conceptos a su terreno sin caer en el 'plagio' y el resultado es esta maravillosa historia. La infancia y la fantasía se topan con el desencanto del mundo adulto. Garnier trata este tema llenando estas páginas de emociones y sentimientos de una manera muy enternecedora. Y Rony Hatin se encarga de que visualmente el cómic sea igual de encantador, tenga un estilo original con una linea de dibujo temblorosa y un coloreado digital muy agradable. Pero lo que me parece impecable es la narrativa, no es solo lo que nos cuentan, sino cómo nos lo cuentan y aquí cada escena, cada espacio de tiempo está distribuido en las viñetas adecuadas. Cada plano nos enseña de manera precisa los detalles que hacen que los ruidos y los olores también se puedan apreciar.
En definitiva, Momo es uno de esos cómics sobrecogedores que se leen con el corazón. Nada más hojearlo os sacará una sonrisa y os pedirá a gritos un huequito en vuestra estantería.
Ihrlie
