Carvalho La soledad del manager es la segunda novela del personaje que Hernán Migoya y Bartolomé Seguí adaptan al cómic. ¿Es necesario haber leído Tatuaje, la primera? No. ¿Es recomendable hacerlo? ¡Por supuesto! ¿Por qué? Porque tanto si has leído como si no los libros de Manuel Vázquez Montalbán los tebeos son muy entretenidos y tienen detrás un trabajo monumental de ambientación que brilla no solo en el guión si no también en el dibujo.
La soledad del manager refleja los vacilantes comienzos de nuestra democracia (se sitúa la acción principal en el año 1977), pintando un fresco emocional y emocionante de la época, con una Barcelona convulsa, oscilando entre la libertad y la represión, los lastres del franquismo, la incertidumbre sobre lo que pasará a continuación y la permanente lucha de clases. Es triste constatar como algunos de esos temas siguen estando de plena actualidad.
Como representante del género de detectives considero que este álbum es mucho mejor que el primero. Es más poliédrico, la trama más rica en detalles, la colección de secundarios inmejorable... Montalbán aprovecha para elaborar toda una serie de consideraciones sociológicas, políticas, filosóficas y mundanas que engarza y trae a colación durante el devenir de la investigación de Carvalho.
Los personajes crecen en cantidad y calidad en esta nueva entrega, que es también una máquina del tiempo que Migoya y Seguí construyen para que viajemos al Estados Unidos de 1969 y a la España del 77. El nivel de detalle es impresionante: decorados, localizaciones, las bebidas de la época... Nada escapa a la inquisitiva labor de los autores para recrear los momentos de la acción.
No queda más que recomendar encarecidamente esta obra y esperar el nuevo álbum de Carvalho de este par de máquinas del noveno arte.
Jaume Albertí
