Dice el guionista Eliot Rahal que una de sus ideas al confeccionar el guión de Hot Lunch Special, una historia autoconclusiva con sabores noir, era rendir homenaje a su propia familia en este cómic en el que generaciones enteras trabajan desde hace décadas en un negocio de comida que ha evolucionado con el tiempo y que está ligado al crimen organizado, cuando una lamentable sucesión de acontecimientos da lugar a la tragedia y se pone en marcha su imprevisible trama.
Por su parte, Jorge Fornés, que en lo estético recuerda a Michael Lark, pone cara a todos los miembros de esta familia extendida (y a sus contrincantes y otros extras) en planchas que acumulan viñetas horizontales o verticales, según el caso, para dar variedad gráfica y/o narrativa a lo que pasa.
Por su parte, Jorge Fornés, que en lo estético recuerda a Michael Lark, pone cara a todos los miembros de esta familia extendida (y a sus contrincantes y otros extras) en planchas que acumulan viñetas horizontales o verticales, según el caso, para dar variedad gráfica y/o narrativa a lo que pasa.
Un cómic muy entretenido y dos autores a seguir.
Jaume Albertí