Siempre que reseño un cómic dejo el apartado visual para el final. En este caso haré lo contrario, no solo porque es un cómic de gran tamaño si no porque entra principalmente por los ojos y mucho.
Wahcommo es prácticamente una persecución de 200 páginas, entendiendo por persecución no solamente las escenas de ídem, si no también todas las escenas de acción de las que se nutre en gran parte la obra. Es una lectura narrada con una fluidez extraordinaria gracias a la capacidad narrativa y que consigue no solo empleando recursos como los de hacer que personajes sobresalgan de la viñeta sino que le imprime velocidad dibujando a los personajes, caballos y otros enseres distorsionándolos de manera que de alguna manera tengan "cara de velocidad".
En lo argumental encontramos una trama en principio tópica y típica del género fantástico post Tolkien (una entrega de La Espada Salvaje de Conan tiene más chicha en ese sentido), pero Luis Nct juega más con la ambientación, los momentos más anecdóticos y las escenas de tono onírico, surrealista y paisajístico. Curiosamente hacia el último cuarto del tebeo es cuando se acumulan todas las partes más importantes de la historia y la resolución de la misma, significando un claro cambio con respecto a la aceleración gráfica antes vista.
Wahcommo es un cómic que entra por los ojos, como ya he dicho, y a ese nivel es inmensamente disfrutable. Las tramas presentes son la excusa con la hilar ese discurso visual.
Jaume Albertí
