Ex Machina seguramente cargue ahora con el estigma de ser la obra que precedió a Saga en la carrera de Vaughan, y quede permanentemente eclipsada por ella. Lo cual es injusto porque es una obra llena de riesgo, capaz de mezclar fantasía, superhéroes, política y debate social prácticamente sin diferenciarlos, y antes de que fuera cool. Se trata de una combinación que no debería haber funcionado, y que en manos de Vaughan y excelentemente ilustrada con rigor y detalle por Harris en su mejor trabajo (hasta que su calidad decae marcadamente justo en los últimos números, dejando un cierto mal sabor de boca). Y aunque la opción narrativa (y moral) con la que termina pueda ser discutible, pero impensable en otro cómic de superhéroes al uso, resulta congruente con la idea de una fórmula diferente. Y los dos interludios ilustrados por John Paul Leon, extraordinarios.
M.A. Garcias