martes, 9 de abril de 2019

Cómic Recomendado: HOWARD P. LOVECRAFT EL ESCRITOR DE LAS TINIEBLAS


He ido familiarizándome con la obra del escritor de terror Howard Phillips Lovecraft desde que en un lejano 1989 compré con unos amigos el manual básico del juego de rol La Llamada de Cthulhu, basado en los escritos del nativo de Providence y en los de aquellos que le inspiraron y de los que le sucedieron (sin olvidar su círculo de íntimos, como por ejemplo Robert Ervin Howard, que trabajaron contemporáneamente a él).
A los partidas del juego de rol, siguieron la lectura y relectura de sus relatos y novelas cortas, la infinidad de juegos de tablero y cartas, hasta culminar a finales del 2018 con la coordinación y publicación por el que abajo firma de De Arkham a Gotham: Ecos de otras dimensiones, una antología de relatos de corte lovecraftiano en la que participaron más de veinte autores.
Pese a ello, no me considero un experto en Lovecraft, ni mucho menos. Pero he leído lo suficiente como para dar fe, de que el cómic que nos ocupa, está bastante bien investigado y ofrece una visión contrastada del período de la vida del escritor que saca a la palestra. Y lo mejor de todo es que lo hace sin recurrir a los temibles bloques de texto que han sido durante tanto tiempo el lastre de las biografías en cómic y de la transformación de novelas a la cuatricomía. De hecho, la narración no tiene sobresaltos, es informativa, se desarrolla mediante el diálogo y un dibujo diáfano y sin complicaciones, comunica y entra realmente bien, tanto por lo ojos como por su secuenciación.
HPL vivió a caballo de los siglos XIX y XX, y fue la pieza clave en la (r)evolución del género de terror en la literatura, ofreciendo una modalidad propia que transcendía las típicas, hasta entonces, historias de fantasmas: el horror cósmico, poblado de entidades más allá de la comprensión humana, para las que la humanidad no era más que una mota de polvo, si es que llegaba a eso, y en la que toda nuestra historia y nuestros triunfos y tragedias no significaban absolutamente nada, pero nada de nada, en el inabarcable, hostil e indiferente cosmos.
Además de eso, Lovecraft era un caballero, un snob, clasista, racista, con un entorno familiar disfuncional, cuidado por sus tías, negándose a ensuciarse las manos con cualquier cosa parecida al trabajo, viviendo al límite con sus escasos o nulos ingresos económicos y muriendo en la más absoluta ignominia sin que apenas nadie le conociera a él y a su obra.
Howard P. Lovecraft El escritor de las tinieblas acerca a su protagonista al público y al final le conocemos mejor, tanto a la persona como al personaje, con sus luces y sus sombras, concluyendo con la muerte del autor en una secuencia bastante espeluznante, por su realismo y sencillez.
Si os pica la curiosidad después de la lectura de este cómic, tenéis disponible toda la obra de Lovecraft en castellano, junto con adaptaciones al tebeo de muchos de sus relatos, amén de una cantidad casi inabarcable de videojuegos y juegos de mesa inspirados en sus cuentos.
Puede que Howard Phillips Lovecraft muriera ignorado, pero desde hace décadas no cesa la aparición de trabajos en los que sus esfuerzos literarios son reivindicados. Que todos sean tan buenos como este.

Jaume Albertí