Mis amigos ya saben que no soy mucho del D&D, de hecho le tengo algo de manía.
¿Por qué estoy recomendando este Labyrinth Lord entonces? Pues porque lo he léido y sé poner mis gustos personales a un lado y reconocer que a todos los fans de los juegos de rol de incursiones de mazmorra probablemente les convenga echar un vistazo a este juego que recupera el espíritu del D&D original.
Vamos a decirlo claramente: Labyrinth Lord es un juego para los que quieran disfrutar de sesiones explorando mazmorras, matando monstruos y subiendo de nivel sin darle demasiado al coco. Si esta propuesta te mola, entonces Labyrinth Lord te molará mucho, porque todas y cada una de las palabras escritas en los cuatro libretos que contiene la caja de juego están enfocadas a la explotación máxima de la temática de mazmorreo.
El Manual del Jugador explica las mecánicas básicas del juego y la creación de personajes.
El Manual del Laberinto arma al Amo del ídem con todas las herramientas para crear mazmorras y sus habitantes, sean grandes o pequeños.
El Grimorio y el Bestiario recogen multitud de hechizos y criaturas para darle salsa a las partidas.
Como veis no es una revolución precisamente, y podemos encontrar casi exactamente lo mismo en otros retroclones o juegos también publicados en España como el Dungeon World y los Clásicos del Mazmorreo. Lo que diferencia al Labyrinth de otros juegos de similar temática es su amor por el detalle obsesivo compulsivo en cuestión de mazmorras, dando medidas exactas de cada pasillo, cada tunel y cada templo. Y así con todo. Encontraréis todo lo necesario y más para poner en marcha vuestra maquinaría de exploración de subterráneos y/o zonas abiertas.
Como objeto, la caja con los cuatro libretos está muy chula y vale la pena mencionar el excelente trabajo de ambientación que se curra Antonio Vázquez (ilustrador también del Mundos Fate Antiguo y colosal), que nos narra las aventuras y desventuras de un grupo de saqueadores de mazmorras en unas imágenes preciosas en blanco y negro.
Ya sabéis...
Jaume Albertí