Últimamente me estoy reconciliando con Brian Wood. No voy a mencionar títulos creados por este prolífico guionista, pero en general lo que había leído me parecía normalmente A) alargado y B) falto de cierto impacto dramático. No es que sus cómics no tengan sus escenas que te dejan colgando de expectación o buenas ideas, pero algo en su forma de narrar en viñetas, me deja un poco fuera de juego.
Sin embargo, Mara, The Massive y este Briggs Land me encantan. Es cierto que hay algo extraño en la manera que se encuadran ciertas viñetas, la forma en la que sus personajes actúan que hace que a veces no entienda muy bien qué objetivo tienen ciertos enfoques de cámara o ciertas escenas, pero reconozco que mejora con cada número que pasa, y esta incursión en el fenómeno de los grupúsculos secesionistas dentro de los Estados Unidos empieza pero que muy alto. Y esa es una de las principales virtudes del Wood creador: sus tebeos siempre tienen un concepto que no se parece a ningún otro, ni dentro de su propia tebeografía o a menudo en general en el noveno arte. Siempre intenta contar algo diferente.
Briggs Land es un tebeo que te atrapa, la premisa te engancha y quieres saber más sobre el país de Briggs, sus habitantes, sus turbulentas relaciones con el exterior, su pasado y qué es lo que sucederá a continuación.
Wood además de guionista es dibujante, aunque creo que hace tiempo que no ejerce, y diseñador gráfico con décadas de oficio a sus espaldas y eso se nota en el aspecto visual de los dos tomos de Briggs Land que se han publicado hasta ahora, que me parecen absolutamente brillantes (como sus ya lejanas portadas para el Frecuencia Global de su amigo Warren Ellis).
En el aspecto visual, Mack Chater cumple con un aprobado y suple sus defectos con una ambientación muy adecuada a la serie (complementado a la perfección por el color de Lee Loughridge). Me parece mejor el trabajo de Vanesa R. del Rey y de Werther Dell'edera, que nunca había sido santo de mi devoción pero que en los años que han pasado desde que viera su trabajo en el Loveless de Brian Azzarello, ha mejorado muchísimo y sus personajes por lo general ya se distinguen unos de otros.
Os recomiendo este Briggs Land y espero escribir pronto por aquí nuevas reseñas de otros cómics creados por Wood porque ahora tengo muchas ganas de seguir leyéndolo e incluso bucear nuevamente en DMZ y Northlanders para verlos bajo una nueva luz.
Jaume Albertí
